Instigado por un comentario del sabio Abuelito, me lancé a la búsqueda, consecución y lectura de El hombre del sombrero, novela que Alexander Lernet-Holenia publicó en el año 1937. Y, ¡oh, amigos!, haciendo honor a su excelente criterio, me encontré con una obra mayor del escritor austríaco, una verdadera joya que me ha emocionado, divertido y mantenido en tensión los días que ha durado su lectura. Ojalá hubieran sido más.
El relato da comienzo con uno de esos encuentros fortuitos que dan origen a las mejores historias… en la ficción. En un casino de Budapest, primero, perdiendo dinero a espuertas, el narrador inicial se topa con nuestro héroe, Nikolaus Toth. Y una segunda vez, de manera más casual aún, en un accidente de coche. El carácter notablemente caballeroso de ambos, en unos tiempos en que éste comienza a ser un bien escaso, creará una mutua simpatía entre ellos. Y así, Nikolaus abrirá su corazón y se convertirá en el narrador de una increíble aventura.
Nikolaus, desterrado por su padre en un perdido pueblo húngaro tras mandarlo a una empresa comercial, esto es, dejarlo allí sin dinero para volver como castigo por una vida algo disipada y alegre, con la esperanza de que el tener que enfrentarse a la vida sin el dinero de papá lo haga valorar un poco lo que significa el esfuerzo de ganarlo y que vuelva al redil. Pero lo único que aprende Nikolaus es que sin dinero y sin darse aires de tenerlo no se va a ninguna parte. Hasta que entra en escena un extraño personaje, fascinante y vividor a partes iguales, que a todos engatusa con sus amables pero altivas maneras, llamado Clarville. Adoptando una exagerada pose señorial es como consigue vivir con todos los lujos a crédito, ante la sorpresa, es muy joven, de Nikolaus: “Con el entrecejo fruncido pensaba en el modo de obrar de cierta gente que, tratada con altivez, se mostraba servicial en todo, pero que enseguida se echaba encima si uno tenía la debilidad de mostrarse amable.” (pp. 29-30)
Clarville pronto se mostrará tan esquivo con su pasado como interesado en contar con la ayuda de Nikolaus en la empresa que lo ha llevado hasta aquellos perdidos páramos: nada más y nada menos que la búsqueda de la tumba de Atila y el fabuloso tesoro con él enterrado. En la voz de Clarville se mezclan ecos de lejanas leyendas nórdicas que perviven, ocultas pero fuertes, en el presente. En su destierro campestre, Nikolaus se ve así arrastrado a un mundo mítico tan antiguo como la tierra que pisa y tan fantástico como el fantasma que aterroriza a los campesinos de los alrededores.
En la búsqueda, como es habitual en Lernet-Holenia, lo real y lo fantástico se confunden con prodigiosa naturalidad, consiguiendo que lo increíble nos resulte lo más natural. Así la entrada en escena de Marika, una joven húngara tan hermosa como extraña, salvaje, un hada de los bosques, la bruja de la estepa en contacto con lo sobrenatural, acogida en un motel por sus dueños en el que trabaja haciendo de displicente criada. Nikolaus quedará prendado de ella, por supuesto, dando lugar a una en verdad emocionante historia de amor.
Historia de amor que también es un poderoso relato de aventuras, bandidos (betyares) incluidos, de humor, de espectros (el del mismo título) y aparecidos (los que ve Marika), de búsqueda de una fabulosa tumba que tal vez más que llena de tesoros se encuentre atestada de muertos, y que apunta, sin explicitar jamás, pero sugiriendo con fuerza, el tema del doble. Es más, como en la posterior Las dos Sicilias, abriendo la posibilidad de que ese doble tal vez sean tres.
El destino ineludible, la muerte, el pasado siempre preferible al presente, la realidad como un pozo infecto en el que se ahogan nuestros sueños y lo irreal como la única forma de enfrentarse a la vida serán los pilares fundamentales que sustentarán esta apasionante novela. En definitiva, los temas recurrentes de su autor, aquí destilados con un maravilloso sentido del humor que nos hace pensar en ese otro gran escritor que es Leo Perutz. Un mismo sentimiento parece impulsar la obra de Perutz y esta El hombre del sombrero de Lernet-Holenia.
“-Ya me di cuenta desde el principio- dijo. –Sólo que no quería reconocerlo. No me gustaba la verdad. Siempre ha sido mi debilidad que la verdad, la realidad, no me haya gustado, se lo confieso…” (p. 201) Maravillosas y terribles palabras del gran Clarville. Epítome de una novela en verdad, ésta sí, fantástica y sobrecogedora en su sencillez.
LERNET-HOLENIA, Alexander. El hombre del sombrero. Traducción de Annie Reney. Esplugas de Llobregat (Barcelona): Plaza & Janés, Ediciones G. P., 1976. 252 p. Reno; 518. ISBN 84-01-43518-8.
El relato da comienzo con uno de esos encuentros fortuitos que dan origen a las mejores historias… en la ficción. En un casino de Budapest, primero, perdiendo dinero a espuertas, el narrador inicial se topa con nuestro héroe, Nikolaus Toth. Y una segunda vez, de manera más casual aún, en un accidente de coche. El carácter notablemente caballeroso de ambos, en unos tiempos en que éste comienza a ser un bien escaso, creará una mutua simpatía entre ellos. Y así, Nikolaus abrirá su corazón y se convertirá en el narrador de una increíble aventura.
Nikolaus, desterrado por su padre en un perdido pueblo húngaro tras mandarlo a una empresa comercial, esto es, dejarlo allí sin dinero para volver como castigo por una vida algo disipada y alegre, con la esperanza de que el tener que enfrentarse a la vida sin el dinero de papá lo haga valorar un poco lo que significa el esfuerzo de ganarlo y que vuelva al redil. Pero lo único que aprende Nikolaus es que sin dinero y sin darse aires de tenerlo no se va a ninguna parte. Hasta que entra en escena un extraño personaje, fascinante y vividor a partes iguales, que a todos engatusa con sus amables pero altivas maneras, llamado Clarville. Adoptando una exagerada pose señorial es como consigue vivir con todos los lujos a crédito, ante la sorpresa, es muy joven, de Nikolaus: “Con el entrecejo fruncido pensaba en el modo de obrar de cierta gente que, tratada con altivez, se mostraba servicial en todo, pero que enseguida se echaba encima si uno tenía la debilidad de mostrarse amable.” (pp. 29-30)
Clarville pronto se mostrará tan esquivo con su pasado como interesado en contar con la ayuda de Nikolaus en la empresa que lo ha llevado hasta aquellos perdidos páramos: nada más y nada menos que la búsqueda de la tumba de Atila y el fabuloso tesoro con él enterrado. En la voz de Clarville se mezclan ecos de lejanas leyendas nórdicas que perviven, ocultas pero fuertes, en el presente. En su destierro campestre, Nikolaus se ve así arrastrado a un mundo mítico tan antiguo como la tierra que pisa y tan fantástico como el fantasma que aterroriza a los campesinos de los alrededores.
En la búsqueda, como es habitual en Lernet-Holenia, lo real y lo fantástico se confunden con prodigiosa naturalidad, consiguiendo que lo increíble nos resulte lo más natural. Así la entrada en escena de Marika, una joven húngara tan hermosa como extraña, salvaje, un hada de los bosques, la bruja de la estepa en contacto con lo sobrenatural, acogida en un motel por sus dueños en el que trabaja haciendo de displicente criada. Nikolaus quedará prendado de ella, por supuesto, dando lugar a una en verdad emocionante historia de amor.
Historia de amor que también es un poderoso relato de aventuras, bandidos (betyares) incluidos, de humor, de espectros (el del mismo título) y aparecidos (los que ve Marika), de búsqueda de una fabulosa tumba que tal vez más que llena de tesoros se encuentre atestada de muertos, y que apunta, sin explicitar jamás, pero sugiriendo con fuerza, el tema del doble. Es más, como en la posterior Las dos Sicilias, abriendo la posibilidad de que ese doble tal vez sean tres.
El destino ineludible, la muerte, el pasado siempre preferible al presente, la realidad como un pozo infecto en el que se ahogan nuestros sueños y lo irreal como la única forma de enfrentarse a la vida serán los pilares fundamentales que sustentarán esta apasionante novela. En definitiva, los temas recurrentes de su autor, aquí destilados con un maravilloso sentido del humor que nos hace pensar en ese otro gran escritor que es Leo Perutz. Un mismo sentimiento parece impulsar la obra de Perutz y esta El hombre del sombrero de Lernet-Holenia.
“-Ya me di cuenta desde el principio- dijo. –Sólo que no quería reconocerlo. No me gustaba la verdad. Siempre ha sido mi debilidad que la verdad, la realidad, no me haya gustado, se lo confieso…” (p. 201) Maravillosas y terribles palabras del gran Clarville. Epítome de una novela en verdad, ésta sí, fantástica y sobrecogedora en su sencillez.
LERNET-HOLENIA, Alexander. El hombre del sombrero. Traducción de Annie Reney. Esplugas de Llobregat (Barcelona): Plaza & Janés, Ediciones G. P., 1976. 252 p. Reno; 518. ISBN 84-01-43518-8.
8 comentarios:
Dos entradas seguidas de Lernet-Holenia!! Eso significa que habrá que leerse sus obras clave... ¿debería arriesgarme con la edición original en alemán? Mis últimas experiencias en este campo no han sido demasiado fructíferas, que digamos.
Leerle es siempre un placer, querido Llosef.
Me alegro mucho de que haya disfrutado... También en Reno se publicó "El conde de Saint Germain", algo más floja, como menos definida y sugerente, la recuerdo...
Y en Rotativa -otra col. de los setenta/ ochenta apareció "Marte en Aries" en donde de algún modo revive Lernet Holenia sus experiencias en la Guerra Mundial, siempre con ese extraño sentido de lo fantástico, más sugerido que expreso...
Pues habrá que leérselo.
Estimada Princesa:
Teniendo la opción de leerlo en su idioma original (vale, vale, lo confieso: y aunque así no fuera), yo le recomendaría encarecidamente la novela de Lernet-Holenia "El barón Bagge". No os decepcionará. Es más, muy raro sería que no causara en vos el mismo efecto que causó en mí. Es extraña, sobrenatural, única. Y con la música que está escuchando, el complemento perfecto.
Estimado Abuelito:
Ya me hice con un ejemplar, algo destrozado, de "El conde de Saint Germain". "Marte en Aries" y "El estandarte" son las que más ganas tengo de conseguir y leer de él...
Amigo Enrique:
Su aventurero paladar disfrutará de esta aventura sin lugar a dudas. Creo que es la única persona que conozco a la que recomendaría ésta antes que "El barón Bagge". Y no lo interprete como una desconsideración hacia su persona: es sólo que lo conozco bien y ésta probablemente le guste más.
Y a los tres, gracias por dejar sus siempre bienvenidos comentarios.
Sin duda, uno de los mejores libros que he leido. Lernet-Holenia sabe combinar a la perfección la aventura y la descripción al mas puro estilo de Verne con elementos históricos y fantásticos que atrapan de una forma muy particular. Hace algunos dias le presté este libro a un amigo que no suele leer y ha quedado fascinado con este autor.
Amigo Lester: a mi gusto, lo mejor que he leído de Lernet-Holenia, solo superado por "El barón Bagge". Si esta la has leído, nada que añadir, pero si no ha sido así, no lo dudes ni un momento: te encantará seguro!!!
Lo leí este verano y lo encontré fascinante, hoy comienzo a leerlo por segunda vez.
Es de esos libros a los que merece la pena volver siempre...
Publicar un comentario