lunes, febrero 17, 2014

Batman, el Capitán Marvel, el profesor Quatermass y Sherlock Holmes luchan juntos contra un extraordinario gusano desconocido para la ciencia (según Alberto López Aroca)



En lo más profundo y salvaje del oeste norteamericano unas vacas están desapareciendo tras mostrar una conducta que aparenta un indicio de inteligencia. Y lo que es peor: una inusitada violencia. Vacas y extraterrestres es el punto de partida que nos ofrece Alberto López Aroca en Cuatreros de Venus (2013), publicado bajo el seudónimo de Norm Eldritch, un relato en el que el autor sabe pendular de lo divertido, sección descacharrante, a lo emocionante, sección invasión de la Tierra en toda regla. El sheriff Quatermass, tal vez un ancestro del famoso profesor que se enfrentara en varias ocasiones a amenazas alienígenas primero en la televisión británica, después en el cine de la mano de la productora Hammer, y sus ayudantes, el joven inexperto pero arrojado Proinsias Kelly y el viejo borracho medio indio Amos Colman, harán frente a este misterio. Un trío de héroes que nos retrotraen a las películas de Howard Hawks Río Bravo (Rio Bravo, 1959, con guion de Jules Furthman y, ¡atención!, la escritora Leigh Brackett según un relato de B. H. Campbell) y El Dorado (1966, con guion de Leigh Brackett de nuevo, esta vez inspirado en una novela de Harry Brown). Con estos magníficos modelos Aroca construye su historia con absoluta libertad: son un referente, no una repetición de algo ya creado, y en su uso y forma de dotarlos de personalidad propia estriba su maestría.

Cuatreros de Venus entronca con sus novelas Charlie Marlow yla rata gigante de Sumatra (2012) y Los náufragos de Venus (2013), con esta última de manera especial, pues al fin sabremos qué ocurrió con el “extraordinario gusano desconocido para la ciencia”, ese caso de Holmes referido por él pero nunca narrado por el doctor Watson, y también tendremos noticias de los acólitos de color verde del mentado gusano y del que acabará siendo su portador humano, un taxidermista y sepulturero llamado Fender. Más piezas para el puzzle vertiginoso con el cual Aroca nos está deleitando paso a paso en su obra. A carcajada por página, pero sin abandonar ni dejar a un lado nunca la tensión del relato cuando este precisa de ello, las aventuras de este trío impagable se pueden contar entre las páginas más acertadas y conseguidas del autor. Bueno, la verdad es que todo lo que he leído de él hasta ahora se puede contar entre lo mejor, porque no he encontrado nada que no me guste, jaja. Una verdadera golosina delirante y magnífica que he disfrutado como un poseso.


Pero hay más, no se vayan todavía. En la no menos prodigiosa novela corta El “gang” de los monstruos (2013, en la cual Aroca se “oculta” bajo el sobrenombre de Vince Harley) nos encontramos a Batman, al Capitán Marvel (el bueno, el de los tebeos de Shazam), a Sherlock Holmes y a un detective duro de esos a lo Mickey Spillane (de hecho, es “hermano” del famoso Mike Hammer) enfrentándose al terrible y extraordinario gusano desconocido para la ciencia, que no es otro que el simpático pero implacable señor Think (un trasunto del Mr. Mind de los cómics de Shazam). Continúan los intentos de este por domeñar al mundo, ahora durante la Segunda Guerra Mundial, con la aparición estelar de su ya a estas alturas requetemomificado Fender, el sepulturero taxidermista de Cuatreros de Venus. Que el joven Billy Batson sea un descendiente del doctor Watson (su nieto) y que Sherlock, ya anciano pero activo y lúcido como nunca, lo reclute como su ayudante es… no sé cómo decirlo ya sin resultar cansino… ¡formidable! Esta mezcla de relato de misterio con novela negra y, de paso, con cómic de superhéroes, engarzado todo ello en un poderoso relato de aventuras de claras connotaciones fantásticas, con raíz en la ciencia ficción modalidad invasión extraterrestre (de nuevo), es una pura delicia. Si ya es una maravilla leer un capítulo introductorio en el cual Bruce Wayne pide ayuda a Sherlock Holmes, no menos apasionante resulta el momento en que restalla el rayo y retumba el trueno ante ese grito, que aquí solo imaginamos, de ¡Shazam!

Ambas obras gozan de una cuidada edición a cargo del autor, un placer para los degustadores de las publicaciones nacidas al amparo de la cultura popular hasta el punto mismo del juego con los seudónimos o su presentación emulando la de un bolsilibro. Hay buen gusto y mucho cariño, pero además hay un par de portadas de Sergio Bleda que aquí está, otra vez, sensacional. En especial en la cubierta de El “gang” de los monstruos con ese homenaje a Norman Rockwell que no podemos dejar de comentar y admirar: en ella vemos a cuatro de los protagonistas de este relato fabuloso enmarcados en la referencia visual más importante de la Norteamérica de la época. Un golpe genial que nos encanta de manera especial aunque tanto Bleda como Aroca ya nos están mal acostumbrando a que lo genial sea la norma.


Terminamos comentando esta terna imbatible con el cuadernillo sherlockiano, editado a la manera del clásico Baker Street Journal, dedicado a lo fantástico y “lo desconocido” en la obra de nuestro detective favorito Sherlock Holmes y lo “outré” (2007). Este se abre con El Maestro y lo “outré”, una colección breve de seis citas del canon (para los no iniciados, el canon está formado por aquellas historias de Holmes escritas por Arthur Conan Doyle) en las cuales Sherlock o Watson (este solo en una de ellas) mencionan tal término. Introducción: “No ghosts need apply” es una presentación de este cuaderno centrado, como hemos dicho, en la relación de Holmes con lo fantástico. Si bien su postura siempre fuera escéptica, en algunos casos mentados por él o Watson pudiera ser que se hubiera enfrentado a casos sobrenaturales. Quizá la más extraña de estas aventuras del canon sea La aventura del hombre que reptaba, si bien está relacionada íntimamente con un estudio o descubrimiento científico. Del todo “outré”, eso sí.

“Un extraordinario gusano desconocido para la ciencia” es un apasionante estudio sobre las diversas apariciones estelares del famoso gusano sherlockiano, uno de los casos que nuestro detective consultor jamás resolviera, en incontables relatos y artículos. Ya aquí se tiene en cuenta a Mr. Mind, el gusano de Venus que tanta guerra diera al Capitán Marvel en los años cuarenta y que Aroca ha convertido en el terrible señor Think de sus novelas y cuentos.

La “Conexión Friesland”. Lo que aconteciera a Holmes y Watson a bordo del navío a vapor holandés Friesland forma parte de esa pléyade de casos citados por el doctor, bien por boca de Holmes o bien por él mismo, pero jamás narrados o salidos de su pluma. Pasto pues de estudiosos y autores de pastiches, parece ser que según algunos de ellos pudiera tratarse del mismo barco que viera perderse el pterodáctilo que el profesor Challenger trajera a Europa según se narraba en la novela de Doyle El mundo perdido. Quizá lo más bonito de descubrir en este y en el anterior artículo de Aroca es que en ambos ya encontramos las ideas que germinarían y acabarían por convertirse en esas dos emocionantes novelas que son Charlie Marlow y la rata gigante de Sumatra y Los náufragos de Venus.

Re: Vampires, o la “Conexión Carfax” quizá sea el ensayo más prototípico del volumen: la posible relación o enfrentamiento entre Holmes y Drácula ha dado juego infinito, y las especulaciones sobre el mismo o los diversos acercamientos literarios no han dejado nunca de surgir. Cuando además tenemos un relato del canon, La desaparición de Lady Frances Carfax, que apunta a que pudiera coincidir en el tiempo la estadía del siniestro conde en Londres con Holmes investigando un caso que implica a un tal Abrahams (al cual no se tarda en asociar con Van Helsing) y a una dama apellidada Carfax, como la mansión donde se alojara Drácula en la capital inglesa, pues tenemos ya el juego planteado y a los jugadores lanzándose a una ensalada de referencias, fechas, posibilidades y coincidencias para hacerlos pasar un rato juntos. ¡Como si los autores que lo han hecho y los que lo harán lo necesitaran! Los juntarían hasta después de muertos, que para algo tanto Holmes como Drácula son expertos en esto de volver de sus tumbas. Aquí podría haber materia hasta para un Holmes contra Drácula A. D. 2250. Seguro que toma forma algún día, si no lo ha hecho ya…

El volumen se cierra con un estupendo relato, Algunos derivados del alquitrán, que nos muestra juntos a Carnacki y a Holmes, este ya retirado haciendo de apicultor aficionado. Escrito a la manera de los originales de William Hope Hodgson (comentados AQUÍ), se trata de un caso decididamente extraño y “outré”, probablemente cercano a lo “ridicule”, muy divertido y fundamental para comprender la conexión tal vez más improbable de todo el cuadernillo: la que en un momento hubo entre el investigador de lo oculto Carnacki, el maestro de los detectives y de la ciencia deductiva Sherlock Holmes y… ¡los Pitufos! Ahí queda eso. Solo Alberto López Aroca podía hacerlo.


Puedes adquirir su obra, autoeditada de manera exquisita, AQUÍ.


ELDRITCH, Norm. Cuatreros de Venus. Traducción de Alberto López Aroca; ilustración de cubierta de Sergio Bleda. Madrid: Academia de Mitología Creativa “Jules Verne” de Albacete, 2013. 102 p. Bisonte Futuro; 92.

HARLEY, Vince. El “gang” de los monstruos. Traducción de Alberto López Aroca; ilustración de cubierta de Sergio Bleda. Madrid: Academia de Mitología Creativa “Jules Verne” de Albacete, 2013. 121 p. Sherlock Holmes; 103.

LÓPEZ AROCA, Alberto. Sherlock Holmes y lo “outré”: el maestro y el mundo de lo desconocido. Albacete: Academia de Mitología Creativa “Jules Verne” de Albacete, 2007. 64 p. D. L. AB-598-2007.


lunes, febrero 10, 2014

Los náufragos de Venus (2013), de Alberto López Aroca




Aunque Los náufragos de Venus (2013) no se trata de manera estricta de una continuación de la anterior novela de Alberto López Aroca Charlie Marlow y la rata gigante de Sumatra (2012), sí que sigue o nos ilumina sobre una trama fascinante que fuera abierta en esta: nada más y nada menos qué aconteció con la tripulación desaparecida del barco Mary Celeste, la cual fue trasladada contra su voluntad a Venus por medio del “distanciador”, el tremebundo artefacto diseñado y fabricado por el doctor Severus Magog Sivane. Los náufragos de Venus comienza con Sherlock Holmes y el capitán Charles Marlow campando por Londres alegremente con el nefando Necronomicón entre las manos. Una forma magnífica de conducirnos a lo que de verdad importa: Marlow conseguirá una ansiada entrevista con Mycroft, el orondo y tranquilo hermano del famoso detective consultor, en la cual Mycroft ha prometido explicarle todo lo relativo al extraño caso del Mary Celeste. Y a través de las fantasmagóricas voces grabadas en cilindros escucharemos, gracias al fonógrafo también inventado por el malvado Sivane, la increíble y prodigiosa historia de esos náufragos perdidos en un lugar tan lejano y ajeno como es el misterioso planeta Venus.

Aroca funde a la perfección sentido de la maravilla y aventura trepidante en el devenir de la condenada por el destino tripulación. En esta ocasión, las infinitas referencias utilizadas por el autor confieso que se me escapan en su mayoría, pero esto me ha permitido comprobar que este desconocimiento no me ha impedido en absoluto disfrutar de esta obra absorbente al máximo. El prestar tres voces a la narración del periplo venusiano hace que el relato multiplique su riqueza pues los tres personajes, tan diferentes entre sí, nos aportarán no solo el mapa completo de los hechos, sino las distintas perspectivas que sobre lo acontecido tienen los narradores. El señor Think, ese tan endemoniado como “extraordinario gusano desconocido para la ciencia”, es todo un regalo para el lector tras sufrir la desaparición, aunque solo sea material pues siempre parece estar presente, del maléfico doctor Sivane. La forma en que, en manos de Aroca, las hazañas del inmortal Sherlock se enlazan con uno de los “malos” más indescriptibles de la historia de los cómics (ahora también de la historia de la novela), salido de las páginas de Shazam, es sencillamente magistral. Porque no se trata solo de tener esa idea, ya fabulosa en sí, sino de ser capaz de ponerla en pie y lograr que funcione. Y aquí Aroca consigue un acierto sensacional. 

Las aventuras en Venus entreveradas con las interrupciones de los diálogos que mantienen en el presente Marlow y Mycroft, el apabullante desenlace que promete que habrá más aventuras para rato con diferentes y apasionantes frentes abiertos, y el colofón final, ese fragmento del libro que consiste en una monografía sobre Venus escrito por el imposible doctor Sivane, un trabajo en verdad mareante donde Aroca repasa quizá no todo, pero desde luego casi (y afirmando esto desde el más absoluto desconocimiento: si decimos cosa tal es solo porque queremos creer que Aroca es humano), lo que la ficción nos ha legado sobre dicho planeta expuesto como si se tratara de la historia real del mismo, nos ha supuesto una lectura que nos ha llevado de un lugar a otro con los ojos fascinados, la mente en ebullición continua y el corazón en suspenso ante los acontecimientos que se desarrollan sin descanso ni piedad. Aroca es un narrador puro que sabe tomar al lector por el cuello y zarandearlo y arrastrarlo sin compasión por mundos donde la maravilla se consume y alimenta a la vez del horror y la diversión más desbocados.

Los náufragos de Venus supone también una pieza más del puzzle increíble que es la obra de Aroca, puzzle infernal y fascinante en el cual el autor poco a poco va engarzando piezas con la maestría indiscutible de quien tienen mucho que contar y sabe cómo hacerlo. Pasión y emoción conforman su combustible, y a día de hoy pocos autores contemporáneos saben fundir las infinitas referencias con las que trabaja Aroca en un relato consistente y apasionante donde la cita pulp y la nota erudita conforman un todo, un conjunto donde en el que lo que de verdad importa es la aventura destilada en su más depurada y elegante forma. 

Puedes conseguir esta y otras novelas y ensayos de Alberto López Aroca en su página personal, AQUÍ. ¡Lo recomendamos TODO con pasión!



LÓPEZ AROCA, Alberto. Los náufragos de Venus: el destino final de los hombres y mujeres del “Mary Celeste.” Ilustraciones de cubierta e interior: Sergio Bleda Villada. Madrid: Academia de Mitología Creativa “Jules Verne” de Albacete y Alberto López Aroca, 2013. 339 p. 

viernes, febrero 07, 2014

EAM # 51: Viaje cósmico, de Vasili Zhuravlyov (1936)



Os traigo hoy el comentario que escribiera para la página de cine El antepenúltimo mohicano dedicado a la maravillosa película soviética Viaje cósmico (Kosmicheskiy reys: fantasticheskaya novella), dirigida por Vasili Zhuravlyov en el año 1936. Un film fascinante cuyas imágenes llenan nuestras retinas de auténtica poesía visual. Pocas veces la aventura espacial nos ha sido mostrada tan plena de transida belleza, tan pletórica de vitalidad y fuerza. ¡Una verdadera delicia! Podéis leerlo...




Moscú en un futuro que ahora ya es pasado brillando en una apoteósica panorámica inicial.



La CCCP1 y la CCCP2 son dos de nuestras naves espaciales favoritas de todos los tiempos.


La belleza incandescente de Ksenia Moskalenko, la intrépida astronauta Marina. 



El animador Fiodor Krasner logrará arrebatarnos el aliento con sus escenas de nuestros viajeros saltando de un lado a otro por una luna que más pareciera la ciudad perdida de R'lyeh. 





El más bello poema de exaltación de la nueva Rusia soviética y su sueño espacial fue castigado por el régimen de Stalin con la ocultación y el olvido. Pero hoy esta película prodigiosa nos lanza su mensaje, tan imborrable como esa señal (CCCP) que dejaran en la luna nuestros héroes, como aviso de su triunfo más allá de las décadas por venir.