lunes, abril 28, 2014

Relatos de horror, selección 1 (1977)



No todo es lo que parece, no digo nada nuevo afirmando esto, pero es que no se me ocurre otra cosa contemplando la en verdad espantosa portada de este libro y su por el contrario excelente contenido: cinco relatos muy atractivos de los cuales al menos uno de ellos podemos considerarlo una obra maestra sin discusión. La recopilación está asignada al austriaco Kurt Singer, un escritor que además se dedicó a preparar bastantes compilaciones de relatos casi todas ellas dedicadas al género de terror. No he logrado encontrar nada referente al libro original, así que dejo como año el de la edición en español. En uno de los breves textos de presentación de cada cuento se hace una referencia a “nuestra anterior selección”, lo cual siendo esta la número uno nos deja algo confundidos. En fin, imaginamos que habrán tomado de aquí y de allá y hala, palante. No se indica nombre alguno aclarando quién o quiénes pudieran haber realizado las traducciones. Y para rematar, el libro se abre con una “Presentación” firmada por Carlo Frabetti que parece realizada con el piloto automático puesto, breve y escrita, da esa sensación, en menos tiempo del que cuesta leerla. Y es muy poco. Sin embargo, como ya he dicho, es una buena colección de narraciones fantásticas, lo de horror tampoco se ajusta con precisión a la realidad, y encima este libro fue un regalo. Así que le tengo cariño. Una de esas poquitas cosas buenas, que valen por muchas, que me ha dejado este solitario blog, pues gracias a él me obsequiaron con presente tal. Así que, estimada Pato, gracias por este (y otros) que llegaron hasta mí por ti.   


Venga, sequémonos las lágrimas y vayamos al lío. La antología se abre con El crepúsculo de los dioses (Twilight of the Gods), publicado en la revista Weird Tales en julio de 1948 y escrito por Edmond Hamilton (1904-1977) con ese estilo sencillo y conciso pero lleno de fuerza y expresividad tan propio de los mejores pioneros de la ciencia ficción forjados en las publicaciones pulp. Este es un relato muy bonito y emocionante que toma como base la mitología nórdica (Thor, Odín, Tyr, Surtr, Hela, Loki, el Puente del Arco Iris, Asgard…) para construir una historia que bien podría ser el origen de los famosos Relatos de Asgard, los cómics protagonizados por el Thor de Stan Lee y Jack Kirby desarrollados por este último, pura fantasía épica en ambos casos que nos gana sin remedio gracias a su compulsión fabuladora. Si el Thor de dichos cómics contaba con un alter ego en la Tierra, el doctor Don Blake, el Thor del relato de Hamilton tendrá el suyo propio, el oficinista Eric Wolverson, aunque no será del todo consciente de ello, un poco al estilo de tantos personajes pulp tipo los de Edgar Rice Burroughs o Robert E. Howard, que ocultan sin saberlo en su interior una personalidad casi mítica, un héroe o incluso, por qué no, un dios. La obra de Hamilton mantiene su fuerza intacta leída hoy, o al menos yo lo siento así. Quizá no sea el estilista más cuidadoso ni el narrador más fino, pero sabe cómo dejarnos sentados en la silla leyendo sin permitir interrupciones hasta que él decide que hemos llegado al final.


Los señores del reino de los muertos (Lords of the Ghostlands) es una aventura de Jules de Grandin y el doctor Trowbridge, los personajes creados por Seabury Quinn (1889-1969), publicada en el número de marzo de 1945 de Weird Tales. Es sabido que Quinn fue uno de los autores más populares de la revista y Grandin su creación más conocida. Aunque me suelen gustar sus relatos, aquí ya llevaba más de dos décadas escribiendo historias del detective francés de lo oculto y muestra todos los tópicos forjados en una investigación tras otra: bella joven en peligro que en algún momento aparece ligera de ropa, Grandin diciéndole al doctor que no lo acompañe que en esta ocasión (otra vez) habrá demasiado peligro, el doctor contestando de nuevo que le da igual e irá con él hasta el final reafirmando su amistad de colegas en la lucha contra el mal, esos indefinidos despertares en los que siempre uno está al lado del otro en la misma habitación… Y, cómo no, Grandin poniendo fin al problema con sus expeditivos modos. La trama en sí también discurre por caminos trillados: momia egipcia cuyo espíritu posee a una joven (esa bella que en algún momento habremos de ver medio desnuda) de hoy, parte de la narración contando los hechos del pasado en plan seudohistórico, venganzas de ultratumba… No brilla en demasía, aunque resulta agradable de leer, entretenida pero poco memorable.


Si Seabury Quinn era uno de los escritores estrella de Weird Tales, Maria Moravsky (1889-1947) supone todo lo contrario. Nació en Varsovia y emigró a Estados Unidos en 1917. Fue sobre todo poeta, e imprimía sus propios libros (esto de la autoedición no es una cosa de ahora) en una pequeña imprenta que tenía en su casa de Miami a la cual bautizó con el nombre de Fiction Farm. Fue una artista polifacética y su actividad se dividió entre diversas artes y entretenimientos que iban desde sus pretensiones literarias hasta el cultivo de café, vainilla y aloe vera pasando por la cría de patos. Sus incursiones en la prosa fantástica solo fueron una afición creativa más de las muchas que llamaron su atención y a la que se dedicó con pasión pero al tiempo sin exclusividad. Todo esto y más podéis leerlo en la entrada dedicada a ella en el fantástico blog Tellers of Weird Tales (AQUÍ). Su relato La ocupación de los hermanos verdes (Green Brothers Take Over) se publicó en el número de enero de 1948 de manera póstuma. Sus labores en la jardinería y el probado amor a las plantas de la autora resultan más que evidentes en este simpático relato en el cual “los hermanos verdes” se alzan en rebelión contra los humanos, como ya hicieran de igual manera los animales en la novela El terror (The Terror, 1917) de Arthur Machen. Quizá lo más curioso de esta historia sea el punto de vista adoptado, que no es otro que el de la anciana protagonista, algo que no es que sea el colmo de la originalidad pero que desde luego no suele ser lo habitual en un cuento de terror.


Allison V. Harding (1919-2004) tampoco es de las autoras más recordadas de Weird Tales. Sin embargo fue bastante prolífica y habitual en la revista desde 1943 hasta 1951, año este en el que deja de publicar. Su nombre real, aunque permanecen dudas, era Jean Milligan. Creó un personaje que llegó a protagonizar tres relatos: The Dump Man (el Pordiosero). Después de medianoche (The House Beyond Midnight) fue publicado en la revista en el mes de enero de 1947. Es un cuento simpático en el que una joven pareja que acaba de sufrir un accidente es víctima de una macabra equivocación. El sesgo fantástico de la misma nos lleva hasta una extraña casa habitada por los inquilinos más peculiares que cupiera imaginar. Harding mantiene el factor sorpresa acerca de quiénes son estos huéspedes y qué es lo que ha ocurrido en verdad con los recién casados protagonistas durante muy pocas páginas, tampoco es que se pudiera sostener mucho más pues se adivina enseguida, y la autora cambia el registro de intriga y misterio por una alocada y fúnebre persecución. No es nada del otro mundo, valga la mala broma, se echa en falta una atmósfera de ensoñación surreal más potente, algo que la historia parece reclamar y con lo que hubiera ganado en consistencia y en impresión fantástica, pero la opción de hacerlo todo más directo y físico tampoco desagrada.


Resulta curioso que esta antología formada por cuentos publicados en la revista Weird Tales durante el segundo lustro de los años 40 se cierre con una pequeña joya de principios del siglo XX: “Ellos” (‘They’) un relato de Rudyard Kipling (1865-1936) que apareció en la revista Scribner’s en agosto de 1904 e incluido con posterioridad en el libro Traffics and Discoveries del mismo año. En este volumen se incluía también el poema The Return of the Children (AQUÍ podéis leerlo en su idioma original), publicado justo antes del relato y de lectura imprescindible para entender qué pretendía contarnos Kipling en él. En este poema la Virgen María intercedía por los niños muertos para que pudieran ir adonde quisieran y no quedaran retenidos en el Cielo si ese no era su deseo, ante lo que Dios accede pues considera que ya han sufrido bastante como para Él retenerlos contra su voluntad. Con este poético prefacio, no incluido en este libro, nos queda más claro el simbolismo del relato de Kipling, más diáfano su significado. Josephine, la hija pequeña de Kipling, murió de una enfermedad en el año 1899. En “Ellos” queda reflejado todo este proceso de dolorosísima pérdida desde el desconcierto inicial y la ira y la rabia posteriores hasta la aceptación final, el adiós definitivo de su hija con ese beso furtivo que uno de los espectrales niños le da al protagonista en la palma de la mano a modo de despedida. Este ya nunca volverá allí, al hogar de los niños perdidos, una vez ha superado el trauma de la pérdida. No es un relato de terror pese a estar habitado por fantasmas. Todo lo contrario: es un viaje desde el dolor por la muerte de una hija aún niña hasta la resignación y la comprensión de que ahora está en un lugar mejor. Un simbolismo quizá fúnebre en algún momento, es inevitable teniendo en cuenta el luctuoso hecho y los sentimientos que Kipling trata de reflejar, pero que no deja de ser luminoso en su tristeza. Una manera insuperable de cerrar este libro que aquí nos deja sobrecogidos.

P. S.: nuestra gran amiga Couteau Bibliophile, el espíritu genial detrás del blog EN LA LISTA NEGRA, nos ha facilitado la procedencia de cada uno de los relatos que componen esta antología, todos ellos incluidos en recopilaciones orquestadas por Kurt Singer. ¡Mil gracias!

- Weird Tales of the Supernatural (1966): Twilight of the Gods, Green Brothers Take Over.
- Kurt Singer’s Ghost Omnibus (1967): The House Beyond Midnight.
- Kurt Singer’s Second Ghost Omnibus (1967): Lords of the Ghostlands.
- Gothic Horror Book (1974): They.


RELATOS de horror, selección 1. Recopilación de Kurt Singer; presentación de Carlo Frabetti. Barcelona: Bruguera, 1977. 188 p. Libro ameno; 1. ISBN 84-02-05122-7.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He realizado una pequeña búsqueda, y confirmo tus sospechas: Bruguera se sirvió de relatos publicados en las distintas recopilaciones de Singer para ensamblar este volumen. A continuación, los títulos en los que se incluyeron estos cinco relatos:
- Weird Tales of the Supernatural (1966): "Twilight of the Gods", "Green Brothers Take Over".
- Kurt Singer's Ghost Omnibus (1967): "The House Beyond Midnight".
- Kurt Singer's Second Ghost Omnibus (1967): "Lords of the Ghostlands".
- Gothic Horror Book (1974): "They".

Llosef dijo...

¡Couteau, es usted sensacional! Ahora mismo lo añado al artículo. ¡Mil gracias!