miércoles, octubre 28, 2015

El misterio del carruaje (1886), de Fergus Hume


No resulta difícil imaginarnos a un joven Fergusson Wright Hume (1859-1932) intentando colocar algunas de sus obras teatrales a los productores y empresarios de espectáculos en la Australia de finales del siglo XIX. Él mismo nos narra cómo era rechazado una y otra vez, más por su falta de nombre en el mundillo literario, lo cual nos demuestra que hay cosas que no van a cambiar, como cantaban Los Nikis, “por mucho tiempo que pase”, que por su falta de calidad. Bueno, ¿qué hacer ante semejante panorama? Pues está claro: ¡hacerse un dichoso nombre! Y presto se pone a pensar en qué género está de moda entre los lectores y en el que podría despuntar si consiguiera escribir una novela. Ya habrá tiempo cuando alcance el éxito de retornar a su ambición original: ser autor teatral. Resulta que el policíaco es un género novelístico casi recién nacido y que goza del favor de la masa lectora, así que, como tampoco es que tenga mucha idea de qué demonios es eso, se compra un buen montón de libros del autor más exitoso del momento en tal materia, Émile Gaboriau, las lee del tirón y allá que empieza a escribir un relato de crímenes y misterios mil que ambienta en la misma Australia, que es el lugar donde vive y que conoce bien aunque naciera en Inglaterra. Y hete aquí que, casi sin querer, partiendo de una edición amateur, su novela El misterio del carruaje (The Mistery of a Hansom Cab, 1886) obtiene un éxito descomunal. Se edita una vez tras otra y en su Inglaterra natal hasta hay quien afirma haberla escrito tras el seudónimo con el que dan por supuesto está firmada. La novela se convierte en todo un best-seller. Estos hechos marcaron la carrera posterior de Fergus, que abandona Australia para instalarse definitivamente en Inglaterra, consigue que crean que él es el autor verdadero de la novela, escribe otras 140 novelas más y se olvida de su deseo de triunfar tras las bambalinas. Ante tantas historias tristes de escritores desgraciados es una pequeña alegría comprobar que nuestro héroe alcanzó la gloria y la fama, cosas no muy importantes después de muerto pero que seguro que en vida disfrutó de lo lindo, y además la inmortalidad literaria pues hasta en la España del siglo XXI podemos disfrutar de la lectura de esta novela gracias a la edición de lujo, toda elegancia y clase, de la editorial dÉpoca. Su lectura nos ha supuesto todo un placer. ¿Por qué? Pues vamos a intentar explicarlo, aunque lo que de verdad importa, como siempre afirmamos aquí en este vuestro solitario y oscuro blog, lo valioso no es lo que podamos escribir mejor o peor sobre ella, sino que ni os lo penséis un segundo y os pongáis a leerla.   


El misterio del carruaje, lo decimos ya desde el principio, es una excelente novela en la que los ingredientes detectivescos y criminales se entremezclan con los más clásicos del folletín de misterio: secretos del pasado que marcan y deciden el presente de los protagonistas, por lo que quizá no sea descabellado en este sentido señalar su vinculación, ubicación australiana aparte, con Estudio en escarlata (A Study in Scarlet, 1887), la primera aventura y novela del mítico Sherlock Holmes, obra de nuestro admirado sin fin Arthur Conan Doyle; personajes de los bajos fondos descritos bajo la influencia evidente de Charles Dickens, tanto en la forma de hablar de los mismos como en las descripciones de los diferentes ambientes y localizaciones donde viven, en especial el caso de la tan horrible como divertida Abuela Raterilla (es ella quien protagoniza uno de los momentos más crueles y terribles de la novela, el cual me hizo recordar la impresionante película de Erich von Stroheim Avaricia, Greed, 1924); damas sufrientes y enamorados dolientes; resoluciones de algunos acontecimientos algo confiadas a la “suerte”… En fin, nada que podamos considerar negativo pues amamos este tipo de literatura.


Hume brilla en la construcción de personajes, todos creíbles y con la fuerza suficiente para mantener el interés del lector en ellos y su devenir. Y la trama detectivesca es apasionante en bastantes tramos sin decaer jamás el deseo de conocer la solución, por más que en su desenlace no sea complicado adivinarla. No nos importa, pues llegados a este punto son las vidas de los personajes las que nos tendrán atrapados y ya no tanto la sucesión algo folletinesca del desvelamiento de la historia. La ambientación australiana le da un encanto y un toque especiales que el autor sabe transmitir con sumo cuidado y detalle. Y aunque se echa en falta quizá más protagonismo de los dos detectives que se enfrentan al caso, esto acaba importando poco arrastrados por la emoción que transmiten el resto de protagonistas. Prueba del éxito de la novela es que ya en la época muda se llegaron a hacer tres adaptaciones al cine de la misma. La primera en 1911 en Australia dirigida por W. J. Lincoln, la segunda en 1915 en Inglaterra de la mano de Harold Weston y una tercera de un solo rollo, un cortometraje de animación en realidad, en 1917, El gran misterio del cabriolé (The Great Hansom Cab Mistery), dirigida por el genial Gregory La Cava y producida por el magnate William Randolph Hearst, propietario del periódico en el cual se publicaba la tira de cómic original de Georges McManus Bringing Up Father, dentro de cuya serie se hizo una versión de la novela de Hume. La Cava por entonces se dedicaba al cine de animación realizando versiones de cómics de éxito como Krazy Kat, The Katzenjammer Kids, Happy Holligan o Jerry on the Job entre otros. Qué añadir aparte de que nos encantaría poder ver estas tres películas, pero mucho nos tememos que estén perdidas. Si no fuera así, amable lector, y tú supieras de alguna de ellas, sabes que agradeceríamos hasta el infinito que nos proporcionaras información y manera de poder verlas. Mientras, nos conformamos con la lectura de esta fantástica novela en una edición, como ya hemos comentado, exquisita de parte de una editorial, dÉpoca, que seguiremos con atención.



HUME, Fergus. El misterio del carruaje. Traducción de Rosa Sahuquillo Moreno y Eva María González Pardo; introducción de Susanna González; ilustraciones de C. Sedano. Morcía, Asturias: Editorial dÉpoca, 2015. 345 p. Misterios de Época. ISBN 978-84-943634-0-5.  

11 comentarios:

Ramon dijo...

Pues este no lo pienso añadir a mi lista de lecturas pendientes... ¡porque ya estaba en ella! Gracias por tu trabajo, como siempre.

Llosef dijo...

Hay un par de capítulos que no mantienen el ritmo y el desenlace se adivina con mucha antelación, pero lo primero no importa demasiado y lo segundo también se olvida porque para entonces los personajes te tienen atrapado, o al menos a mí me tenían atrapado. En cualquier caso se lee del tirón y en conjunto es una gozada. ¡Y gracias a ti por pasarte y comentar, Ramón!

Anónimo dijo...

Hace tiempo que sé de su existencia; pensaba, engreído que es uno, que se trataría de literatura periclitada, cuyo único interés residía en su carácter pionero. Mas leyendo su crónica he cambiado de parecer, y allá que voy a conseguirla y degustarla, que perlas victorianas inéditas no nos quedan tantas, al fin y al cabo...
EL ABUELITO

Llosef dijo...

Estoy convencido de que la disfrutará, Abuelito. La trama no depara muchas sorpresas, seguro que menos aún a un connoiseur excepcional como usted, pero la fuerza y la vida que mantienen sus personajes convierten en un auténtico placer su lectura. Y aunque ya resulte un poco pesado volver a decirlo, la verdad es que la edición de dÉpoca es una delicia. Uno de esos libros que tal vez no le marquen a uno ni resulten un hito ni nada parecido, pero a los que se le toma un gran cariño. Seguro que sabe de sobras a qué me refiero...

El Doctor dijo...

He caído a este espacio por casualidad, o no, quién sabe. Soy un amante de la literatura de lo extraño desde hace muchos años y me he quedado por aquí un buen rato saboreando sus reseñas que me parecen más que excelentes. Aquí estoy, como aquel tipo en Carcosa.

Con su permiso le enlazo.

Un cordial saludo

Llosef dijo...

Pues más que bienvenido, Francisco, porque si te gustan los libros extraños y lo raro en general aquí casi siempre vas a pasártelo de miedo... ¡O eso espero! ¡Un saludo y gracias por pasarte y comentar!

Richard Shelton dijo...

Hola

Cada vez que haces una reseña me corroe la envidia por no poder conseguir esos libros por aquí porque no los venden o el precio es de una espantosa patada... al bolsillo, jajaja

Sobre las películas o series basadas en el libro date una vuelta con san Google: alguna película antigua sí se da por perdida.

Veré si pasado un tiempo lo encuentro por ahí.


Saludos

Llosef dijo...

¡Hola Black!

Es una nueva editorial que está publicando libros muy interesantes (las cartas de Jane Austen, una novela de Émile Gaboriau, "Maximilien Heller"..., su colección "Misterios de época" promete grandes descubrimientos), pero es verdad que resultan muy caros. Poco a poco iré haciéndome con ellos pero desde luego, y por desgracia, va a ser un trayecto lento.

Las películas las he buscado en páginas de cine mudo y en youtube, que aunque parezca raro da muchas sorpresas en este sentido, pero nada por ahora...

¡Un saludo y gracias por pasarte y comentar!

Editorial dÉpoca dijo...

Hola chic@s, solo quería darles las gracias por sus palabras, por la estupenda reseña, y comentarles que somos una editorial familiar, pequeñita, muy joven, y que de momentos nuestras tiradas son tan cortas que los costes de producción se nos disparan. Ello es debido a la magnífica calidad de los materiales que utilizamos tanto en papel como en los cosidos y la impecable encuadernación. No obstante todo el coste completo del libro no lo estamos repercutiendo en el precio, ni siquiera las traducciones (gracias a Dios hay traductores literarios en la familia)ni el diseño (hay una diseñadora editorial), tan solo repercutimos los altos costes de la imprenta en sí. Lamentamos que les resulten algo caros. Yo diría que valen dinero, pero caros..., para la edición que ofrecemos, honestamente creo que no son, y más echando un vistazo a las librerías. De hecho nosotros no vivimos de la editorial, nos moriríamos de hambre. Solo quería decir eso porque de verdad que me duele leer tal cosa. Así dicho de corazón que no es totalmente cierto. Algo es caro cuando vale menos de lo que ofrece. En nuestro caso vale dinero cada libro, pero le aseguro (con toda la honestidad del mundo de lo que es capaz una chica joven cuyo sueño fue siempre ser editora), que es mucho menos de lo que nos cuesta cada edición. También es verdad que no todo el mundo sabe distinguir calidades de papeles, tipos de cosidos, tipos de impresión, encuadernación... y todos los detalles que lleva el libro, como las exquisitas guardas, y puede pensar que le resultan caros. Me da pena, más que nada porque nos está costando mucho sobrevivir precisamente por empeñarnos (empeñarme yo personalmente, una joven editora y economista que debería pensar justo lo contrario)en no repercutir todos los costes en el precio final. Estamos medio en la ruina por perseguir mi sueño, y si no fuera por el apoyo y la ayuda económica de nuestras familias habríamos tenido que dejar de editar. Lo cual es una pena, porque tenemos un catálogo futurible, sobre todo en la colección Misterios de Época, que sabemos que nadie recuperará si no lo hacemos nosotros. Y por supuesto, ni mucho menos con la calidad de las ediciones y traducciones lo hacemos nosotros, y el mimo que ponemos en cada libro. A pesar de todo, si continuamos creciendo, mi intención es ir intentar reducir algo los precios cuando aumentemos las tiradas. Lamento no poder hacer más de momento.
Espero que mi humilde comentario pueda resultar aclaratorio de alguna manera. Muchas gracias por permitirme expresarme. Un abrazo.

Llosef dijo...

Estimada amiga de la editorial d'Época: justo por esto mismo que nos explicas tan amablemente seguiremos comprándolos, siempre fue nuestra intención, por más que algún día que otro nos las veamos crudas para otras cosas. El amigo Black Arrow no es español y en su país estos precios son inviables, por desgracia es un hecho. Pero créenos que nuestra queja no es por los libros en sí, sino por nuestra modesta situación que nos imposibilita adquirir al ritmo que quisiéramos estos libros. Un abrazo y tennos por seguros seguidores y compradores de editorial d'Época.

Richard Shelton dijo...

Hola

Mi comentario no era contra la editorial sino contra los precios a causa de los impuestos idiotas de aquí que hacen casi imposible adquirir los libros al ritmo que uno quisiera.

Cuando el libro es nuevo y se ve bueno siempre hago un esfuerzo ahorrativo y lo compro o lo hago apenas lo veo a mi alcance... pero por ahora estoy consiguiendo más obras de segunda mano.

Que sigan editando libros que atraigan a los lectores y que valgan la pena recomendar.


Saludos