lunes, abril 25, 2011

Reina del crimen, de Megan Abbott (2007)


Continúa la interesante colaboración entre las editoriales Es Pop y Valdemar, dando su fruto en cuatro títulos desbordantes de violencia, intriga, con un toque de pulp sanguinolento pero sin olvidar que un buen estilo narrativo ayuda a dar empaque a cualquier propuesta de este tipo. Y hasta ahora, gusten más o menos, lo cierto es que las novelas que han editado se leen de un tirón, resultan cuando menos entretenidas y son todo un soplo de aire fresco. Descaradas, divertidas, enfermizas… En fin, cosas que nos gustan. Y con una presentación que hacen que el ir a la librería a comprarlas sea todo un placer: se agradece el cuidado en la edición, el buen gusto, la elegancia tan de serie b de la que hacen gala.

Ya he comentado en otras ocasiones tanto A la cara de Christa Faust como Acero de Todd Grimson. Pronto haré lo propio con Capturado de Neil Cross (mi favorita de las cuatro). Ahora toca escribir un poco acerca de la última que han publicado, esta cínica y efervescente Reina del crimen, de Megan Abbott, que luce en portada y contraportada sendos dibujos del genial Fernando Vicente.

Como se indica en el libro, esta novela recibió “el premio Edgar Allan Poe a la mejor novela de misterio” en el año 2008. Bueno, no sé si misterio hay en ella, pero sí desde luego emoción, mucho sabor a película de cine negro clásico, a novela de detectives (más por ambientación que por la trama, que como digo poco misterios ofrece), a relato entre divertido y descarado y con un estallido de violencia hacia su mitad en verdad espeluznante.

Y es que, a mi gusto, y fijaos que no escribo a mi entender, que es poco, lo mejor de esta novela de la pizpireta Megan Abbott está en el tono narrativo adoptado. La confesión de una joven trepa que no se molesta en ocultarlo y que ya desde la primera página deja bien claras sus intenciones. En fin, para qué trabajar si una es mona, no es tonta y a poco que use sus armas podrá conseguir lo que desee. Pero claro, también una es un tanto ciega a la llamada del sexo desenfrenado, por lo cual nuestra heroína verá enturbiada su carrera hacia la cima del crimen de manera momentánea por cometer solo un desliz. Un tropezón allí donde ni tan siquiera se puede consentir un leve temblor de labios: la carrera hacia la cima del crimen organizado.

Abbott utiliza la primera persona de la protagonista para contarnos su historia, pero lo que nos llega y nos impide abandonar la lectura es su tono confesional, como si esta nos estuviera relatando qué diablos le ha ocurrido hasta llegar donde se encuentra en un oscuro local de mala reputación ante el tercer o cuarto güisqui de la noche. Y sí, con la orquesta atronando temas de correoso jazz allí al fondo, entre las volutas de humo de cigarrillo, el carmín desprendiéndose pegado en el borde del vaso alto, con los ojos semicerrados no sabemos si por el cansancio o porque esa mirada turbia nos atrapará en su estudiada red de seducción.

Y así se desgrana una historia en la cual lo que se nos cuenta es tan viejo como el mundo, pero no tanto su voz. Lo viejo parece nuevo y nos engancha, tira de nosotros de manera feroz y nos impide dejar el libro para seguir al día siguiente. Uno quiere saberlo todo y quiere saberlo ya. Y por eso es una lectura excelente. Porque no revoluciona nada, pero llega directa al estómago, convulsiva y atrayente. Como una mirada de alguien que amamos y no nos desea, pero que quiere que la escuchemos y no apartemos la vista.

ABBOTT, Megan. Reina del crimen. Ilustración de portada de Fernando Vicente; traducción de Óscar Palmer Yáñez. Madrid, Barcelona: Es Pop/Valdemar, 2011. 228 p. Valdemar/Es Pop narrativa; 4. ISBN 978-84-937771-3-5.

2 comentarios:

PAYMON dijo...

Que interesante recomendación... y... ejem... que autora más atractiva :)))

Llosef dijo...

Sí a las dos cosas... Busca en la página de Es Pop el vídeo de la presentación en una librería del libro "A la cara" de Christa Faust y... ¡¡¡Verás a Megan Abbott entre el público!!! Wow.