Un poco a la manera de Legs McNeil y Gillian
McCain en su excelente y ya clásico libro Por
favor, mátame: la historia oral del punk, la periodista Carolina Velasco ha
compuesto el suyo dejando que sean las voces de los músicos por ella
entrevistados los que conformen el texto. Eso sí, claro está, las preguntas
formuladas así como la selección de las respuestas corren a su cargo, creando
la sensación de que su intervención es mínima cuando en realidad es ella la que
da forma real al libro. Una manera de hacer en la cual bajo la guía de la
periodista nunca se omiten o malinterpretan las palabras de los músicos, aunque
ya sabemos que por el solo hecho de ordenar las respuestas y elegir los
fragmentos que podremos leer de alguna manera se está dando una imagen concreta
que responde al objetivo del autor en la sombra.
Pero bueno, esto último nos importa un
soberano pimiento. Lo importante es poder leer qué opinan los músicos sobre lo
que se les pregunta. Y aquí nos hablarán sobre el proceso que todos los grupos
deben seguir si llevan una carrera más o menos normal, que otros hay que ni de
broma la llevan. Lo sé. La composición de las canciones, la grabación de un
disco, las giras y la vida en la carretera, cómo se reciben las críticas… En
fin, los entresijos más ocultos, el devenir diario y las dudas y certezas de
los músicos que admiramos o no, pero siempre interesantes de conocer si en definitiva
lo que te gusta es la música.
El título en sí mismo ya es fantástico: Tour vértigo. Según confiesa la autora,
se lo sugirió el cantante del grupo Liars (Angus Andrew) al explicarle que es
así como se sienten los músicos al terminar una gira: tal y como si uno
sufriera un ataque de vértigo. Tras días de carretera, conciertos, entrevistas,
convivencia con los compañeros de banda y un desarraigo continuo la vuelta a
casa suele ser traumática. Al final para bien, pero en los primeros días
acostumbrarse a la rutina habitual no es sencillo. Por muchos que algunos lo
deseen.
Quizá lo mejor del libro sea comprobar cómo
la realidad destruye todos los estúpidos topicazos que son repetidos hasta la
saciedad, en especial aquellos que se refieren a supuesta vida loca llena de drogas y sexo de los grupos de rock. Al menos
de aquellos que no gozan de un éxito bestial. Un grupo normal se desenvuelve
entre la creación de sus canciones, los ensayos y los conciertos. Si se viaja
de un lado a otro en la propia furgoneta no hay tiempo para demasiados
desmadres. Eso queda para las leyendas prefabricadas y los escribas de medio
pelo que les escriben las anécdotas. Bueno, y para los que ganan mucho, pero
mucho dinero. Como los músicos que aquí son entrevistados, si bien son
conocidos tampoco son lo que podríamos definir como del gusto popular, pues
deben hacer lo que hacemos todos: trabajar si queremos que las cosas salgan
bien. Si quieres dar un buen concierto, debes ir descansado y con las canciones
más o menos bien aprendidas. El resto es para los que tienen chófer, cocinero y
un puñado de mindundis dispuestos a hacerles de esclavos.
La lista de grupos o componentes de los
mismos entrevistados es extensa. Confieso no conocer ni a la mitad. Hay
representados muchos estilos. Entre mis favoritos están: Deerhoof, Warren
Ellis, The Ex, Cosey Fanny Tutti, Faust, Miguel P. Núñez (autor de la portada,
además), Alan Vega y Wire. Hay muchos más, desde el pop español más aburrido
hasta gente de los no menos plastas Minor Threat o Fugazi (Ian McKaye). Ojo,
que nadie se enfade que esto es una opinión sin importancia. He disfrutado lo
mismo con sus respuestas que con las de los grupos que me gustan. Porque eso es
lo más interesante de este libro: nos ayuda a conocer qué hay de verdad tras el
trabajo de un grupo, y creedme que da igual el interés que su música pueda
provocar.
Por afinar, me quedaría con las siempre
geniales respuestas de Alan Vega, el gran ausente del libro que citaba al
principio de este comentario, y por descontado las de la fascinante Cosey Fanny
Tutti. Solo ella podría contestar a la pregunta de en qué lugares
atípicos había grabado alguna vez un disco y contestar: “En un depósito de
cadáveres.”
El libro de Carolina Velasco solo está
disponible en formato digital. No se ha llegado a publicar en papel. Puedes encontrarlo a la venta AQUÍ.
Si os apetece leer una entrevista a la autora, podéis hacerlo en esta página de Soviet Magazine.
2 comentarios:
¡Caray, menudo hallazgo! Leí Please Kill Me de un tirón y encuentro fascinante este tipo de entrevistas, no por ser de músicos, sino por ser reales y sucias.
Gracias por la reseña ;)
Aquí todo se mueve por terrenos más amables, pero se lee con la misma pasión. Y gracias a ti, Pato, por pasarte y comentar.
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