La cuarta entrega del serial Fantomas (Fantômas, 1913-14) dirigido por Louis Feuillade es el titulado Fantomas contra Fantomas (Fantômas contre Fantômas, 1914). ¿El genio del crimen por partida doble? ¡No! Nos encontraremos hasta tres Fantomas compartiendo secuencia en un delirio de construcción diabólica. En la página de cine de Emilio Luna El antepenúltimo mohicano encontrarás mi comentario a este magnífico episodio. Puedes leerlo siguiendo el enlace
Paulet no tiene inconveniente en cargarse a un mensajero bancario a martillazo limpio. No es de extrañar pues que pronto pase a formar parte de la banda de Fantomas.
La policía francesa destaca por dos cosas: por ser incapaz de detener a Fantomas y por lucir unos impresionantes bigotes.
¡La pared que sangra!
Fantomas bajo su disfraz de Tío Moche, usurero que lidera toda una banda de malhechores sin cuento. Aquí ocultando el botín robado, que no es otro que el dinero conseguido en una suscripción pública que recauda fondos para ayudar a detener al famoso criminal. Suscripción esta que, en el remate de la ironía, ha sido propuesta por... ¡el propio Fantomas!
El pobre Juve, el policía que persigue incansable a Fantomas, es raptado por la banda de este. Creen que Juve es Fantomas. ¡Vaya lío de mil demonios!
Juve lo pasa fatal en este episodio, pero en el momento más crítico encontrará la ayuda de su compañero de aventuras el periodista Fandor: una voz que le habla a través de un agujero en un tonel.
Juve, con el apoyo de Fandor, consigue engañar a todos los secuaces de Fantomas. El reencuentro de nuestros dos héroes luchando mano a mano contra la imposible pandilla de criminales es uno de los momentos más emocionantes del serial. Fantomas escapará, cómo no, porque aún falta un último episodio...
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